Ética
La pasión por estar con la naturaleza
Polonia es una nación con ricas tradiciones de caza; en los más de mil años de historia de este país, se han desarrollado diversas costumbres y ceremonias cinegéticas que a lo largo de los siglos han conformado un gran acervo entre los cazadores polacos, el cual es un elemento importante del patrimonio nacional.
La música de caza y el culto de los cazadores a las costumbres están bien establecidos en la tradición cinegética polaca; dichas tradiciones y usanzas son una forma de patrimonio inmaterial e incluyen el establecimiento de ceremonias que enriquecen tanto las partidas como la vida de los cazadores.
En muchos entornos se crean nuevos hábitos y se cultivan a su vez nuevas amistades, ensanchando aún más dicho patrimonio mancomunado, pues la mayor satisfacción del cazador es la interacción con la naturaleza, las experiencias de cacería y el deleite en la cooperación con el grupo de cazadores.
El primer privilegio y deber del honorable cazador es la participación personal en la protección de la flora y fauna, el cumplimiento fiable de la ley y la ética de la caza; así como el pleno cumplimiento de los requisitos de la disciplina organizativa:
- Los cazadores asociados en la Asociación Polaca de Caza (PZŁ) realizan de manera consciente y voluntaria sus tareas estatutarias y asumen todos los deberes éticos a los que está obligado un cazador.
- El cazador actúa de acuerdo con las leyes de caza aplicables y cumple también con las disposiciones legales y estatutarias.
- El cazador es consciente de los ricos logros de la caza polaca y lo representa con orgullo en la sociedad y entre los cazadores de otros países.
- El cazador cuida la imagen positiva de la caza y con sus acciones contribuye a construir una buena opinión sobre la Asociación Polaca de Caza y sus miembros; mostrándose sensible a los problemas de las comunidades locales y tratando de resolverlos tanto como le sea posible.
- El cazador cuida del bienestar de la naturaleza nativa y su conservación para las generaciones futuras.
- El cazador durante la caza o el trabajo de crianza en los cotos, se guía por el principio de reconciliación armoniosa de la economía agrícola, forestal y cinegética; ayudando en la preservación del medio ambiente, interactuando con los propietarios, los terratenientes, los silvicultores y sus representantes al mostrar respeto por su trabajo, evitando daños en los campos y bosques aledaños, colaborando en la prevención de posibles daños que pueden causar los animales de caza en campos y cultivos, protegiendo la propiedad pública o privada y generando con su comportamiento un ambiente de mutua buena voluntad.
- El cazador, mientras practica la caza y otras actividades relacionadas con ella, muestra cuidado con el entorno natural y el equilibrio ecológico; en el caso de notar irregularidades, no se muestra indiferente ante ellas.
- El cazador respeta el derecho a la vida de los animales, actúa de manera ética con ellos, los protege contra las amenazas y caza solo especies permitidas en los términos y números especificados en el plan de caza y crianza; cuida además de la continuidad del comportamiento animal, combatiendo tanto las pestes como la caza furtiva.
- El cazador observa las reglas para la selección de animales mientras realiza la caza y no busca beneficios materiales en ella, ya que la caza no puede ser un medio para lograrlos; la mayor satisfacción del cazador es la comunión con la naturaleza, las experiencias de caza y la satisfacción de la cooperación con el grupo de cazadores.
- El cazador se preocupa por el buen ambiente en la vida organizativa durante la caza y respeta el principio de igualdad de todos sus colegas cazadores.
- Un cazador en su actividad toma en cuenta el consejos de cazadores con más experiencia y mayor conocimiento del terreno.
- El cazador realiza sus tareas de manera confiable, de acuerdo a su potencial físico, conocimientos y habilidades.
- El cazador actúa de manera profesional y responsable, profundiza el conocimiento de la caza, en particular en ámbitos como la ecología, la economía y la cultura; en la vida organizativa, utiliza el lenguaje tradicional de caza, perfeccionando sus conocimientos tanto en el habla como en la escritura.
- Los miembros de la Asociación Polaca de Caza se preocupan por la educación ética de las futuras generaciones de cazadores, reconociendo la necesidad de proporcionar auténticos valores de caza a los aprendices y jóvenes cazadores; los cazadores menos experimentados se mostrarán dispuestos a recibir consejo y ayuda.
- Los cazadores son cordiales y amigables con los participantes en las cacerías; del mimso modo, los ayudantes de caza son tratados con respeto y se cuidará de ellos, proporcionándoles comida y descanso adecuados.
- El uso de armas impone un sentido de responsabilidad especial al cazador, haciéndole directo responsable de su adecuada utilización; de este modo, siempre cazará con armas probadas y utilizará la munición adecuada para cada tipo de especie de caza, debiendo a su vez, ser consciente de sus propias habilidades de tiro y su deber ético.
- El cazador mantiene la moderación y el autocontrol, no permite que la pasión de la caza se convierta en codicia.
- El cazador debe abstenerse de disparar en condiciones que puedan poner en juego la seguridad de otros o del entorno, sin importar el resultado que esto pueda tener sobre sus posibilidades de cazar una presa; dicha restricción aplica del mismo modo en el caso de que la presa no tenga modo alguno de escapar o resulte imposible recuperar su cuerpo una vez abatida y en situaciones dudosas con respecto a quién tiene la prioridad de disparo.
- El cazador está obligado a verificar la efectividad del disparo, buscar al animal herido y acortar su sufrimiento de la manera más rápida y humana posible.
- Los cazadores prestan especial atención y cuidado a los cazadores de mayor edad, así como a aquellos que debido a su condición física limitada, no pueden participar plenamente en las actividades de la caza.
- Los cazadores mantienen las tradiciones cinegéticas, cuidando de las ceremonias y los eventos de la caza. Las cacerías se acompañan de costumbres y rituales que incluyen principalmente votos de caza, bautismos de caza, reconocimientos de caza, decoración de «ramas», sesiones informativas para cazadores y el uso de señales de caza.
- Durante las partidas caza se usa la vestimenta propia de la estética cazadora y durante las reuniones oficiales o ceremonias, se lleva el traje apropiado de caza de la asociación.
- El cazador, con su presencia y conducta, no debe generar una ansiedad excesiva en el coto de caza, teniendo en cuenta que este es el entorno natural de la presa.
- Los cazadores evitan disputas sobre animales cazados, en caso de llegar a presentarse, estas se resuelven en un ambiente amigable de acuerdo con las normas y regulaciones adoptadas.
- El cazador considera que el perro de caza es un compañero y un ayudante, por ello lo cuida, se preocupa por sus necesidades y no lo obliga a hacer ningún esfuerzo excesivo; una vez este envejezca, le asegura una vida digna y tranquila.
- El respeto y el manejo digno de los animales cazados dan testimonio de la cultura del cazador; el deber del cazador es asegurar y utilizar adecuadamente los restos de la presa.
- El cazador honra los trofeos de caza, los prepara adecuadamente, los conserva, los presenta para la evaluación de medallas o valoraciones, los expone adecuadamente y los pone a disposición tanto para exhibiciones de caza como para fines educativos.
- El cazador muestra sensibilidad y ayuda en la lucha contra los efectos de los desastres naturales y otros eventos que afecten negativamente a los animales y al medio ambiente.